Previsión de la Infidelidad en la Pareja

¿Somos monógamos por naturaleza? Sobre este aspecto existe una amplia controversia, con estudios genéticos longitudinales que desprenden resultados contrapuestos. Monógamos o polígamos. El debate sigue abierto. Mientras tanto, lo que si podemos observar en nuestro entorno es que la monogamia se establece a través de un contrato entre individuos, un compromiso con base ética y moral, que está mediado por aspectos culturales y sociales. La monogamia, por tanto, podríamos definirla como una opción, y no como una condición biológica.

A este respecto, los individuos refieren una preocupación más o menos prominente sobre la posible infidelidad de la pareja. ¿Existen señales que me adviertan de su ocurrencia? ¿Hay alguna característica propia del individuo que puedan servir como marcador para establecer una probabilidad de la tendencia a la fidelidad o infidelidad?

Dejando a un lado lo obvio, o sea, las señales de cambios bruscos en el deseo sexual o la reducción significativa de muestras de cariño, sin que medien aspectos relacionados con el estrés o las preocupaciones, voy a incidir en un aspecto de personalidad que, si bien no se relaciona directamente con la infidelidad, sí puede mediar en una alta probabilidad de ocurrencia entre las personas con esta peculiaridad.

Si tu pareja se enfrenta a sus problemas y al mundo a través del modelo de conducta definido por “locus de control externo”, la probabilidad de que te sea infiel aumenta de manera significativa en relación con las personas con “locus de control interno”. ¿Y qué quiere decir esto?

Según la Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura, la conducta humana tiene lugar con una continua interacción entre los determinantes cognitivos, conductuales y ambientales. Por tanto, la percepción de control o no control que una persona tiene sobre los eventos que ocurren a su alrededor, son importantes para el curso de su propia vida. Así, el locus de control representa la atribución que una persona lleva a cabo sobre si el esfuerzo que realiza es o no contingente a su conducta.

El locus de control externo sucede cuando el individuo percibe que un evento externo ha ocurrido de manera independiente a su comportamiento. Por tanto, el individuo asocia al azar, a la suerte o al destino el acontecimiento que ha ocurrido. Por ejemplo, un individuo con este locus de control atribuiría un suspenso en una asignatura complicada de su carrera a la aparición de circunstancias ajenas a su control, como mala suerte o que el profesor le tiene manía.

El locus de control interno ocurre en caso de que un individuo perciba que el evento en concreto es contingente con su propia conducta. Es decir, que la persona percibe que lo que ha ocurrido externamente es gracias a su comportamiento y tiene control sobre las consecuencias externas. Por ejemplo, y atendiendo al caso anterior, el individuo atribuiría su suspenso a que no ha estudiado lo suficiente o a que no estaba lo bastante preparado para enfrentarse a ese nivel, por lo que tenderá a tomar medidas que mejoraran sus capacitaciones, se autocorregirá, en contraposición al individuo con locus externo, que insistirá en su conducta iniciando un proceso de victimización.

Resumiendo, el individuo con locus de control externo le echa la culpa al mundo de los eventos negativos que pudieran acontecerle. Mientras que el individuo con locus de control interno se involucra en su propio cambio para adaptarse a las circunstancias y al entorno.

Volviendo al asunto que nos atañe, las personas con locus de control externo tienen una mayor probabilidad de ser infieles a su pareja que las personas que se encuentran al otro lado del espectro. Dicho esto, y recalcando que estamos hablando de tasas de probabilidad, y de un una causa absoluta, no está demás prestar cierta atención a la ocurrencia de estos aspectos de personalidad en tu pareja actual.

¿Existe una explicación que nos ayude a entender por qué las personas con locus de control externo son más infieles que las personas con locus de control, interno? Por supuesto, y tiene mucho que ver con la resolución de la disonancia cognitiva y con los heurísticos de pensamiento. Pero este asunto lo trataremos en otra ocasión.

Mario López Sánchez

Psicólogo

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